Confitura rápida de fruta

¿Alguna vez te has preguntado cómo hacer tu propia confitura casera en un santiamén? Hoy vamos a explorar el mundo de las confituras rápidas de frutas. Nada supera el sabor fresco y natural de una confitura hecha en casa, llena de frutas jugosas y sin aditivos artificiales. Además, es una excelente actividad para disfrutar con los niños y enseñarles sobre la cocina y la alimentación saludable.

Además, al final de la primavera y durante la mayor parte del verano, hay mucha fruta que se puede usar para hacer confituras caseras.

Dos tarros con confitura de fresa casera.

Hablando con propiedad

Aunque se usan indistintamente, incluso en las etiquetas de conservas comerciales, la mermelada es una compota o conserva dulce elaborada exclusivamente a partir de frutas cítricas, como naranjas, mandarinas, limas, limones o pomelos.

Una confitura técnicamente se refiere a cualquier conserva dulce hecha de frutas que no sean cítricas.

Ingredientes necesarios

Para hacer esta deliciosa mermelada, necesitarás:

500 g de fresas o frambuesas (bien lavadas y frescas)

50 g de miel (un endulzante natural y saludable)

Instrucciones paso a paso

Preparar la fruta

Limpia las fresas: Pide a los niños que te ayuden a lavar las fresas y quitar las hojas verdes. Asegúrate de que las fresas estén bien limpias.

Compostar las partes verdes: Si tienes un compost, las hojas verdes de las fresas son perfectas para añadir al montón.

Aplastar la fruta

Aplastar las fresas: Coloca las fresas en una cacerola grande y deja que los niños las aplasten con las manos hasta que estén muy jugosas y parezcan una especie de mermelada.

Cocinar la mermelada

Añadir miel y cocinar: Añade los 50 g de miel a la cacerola con las fresas aplastadas. Coloca la cacerola a fuego medio.

Cocinar hasta espesar: Lleva la mezcla a ebullición y déjala hervir por 5-10 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que la mezcla esté espesa y con textura de mermelada.

Enfriar y guardar

Enfriar la mermelada: Deja que la mermelada se enfríe a tempertura ambiente antes de usarla.

Almacenamiento: Pon la mermelada que quede en un tarro de vidrio y tápalo. Guarda la mermelada en el refrigerador hasta la próxima vez. Úsala en los siguientes días

Notas

Asegúrate de esterilizar bien los frascos antes de almacenar la mermelada para evitar contaminación.

Puedes verificar si la mermelada está lista poniendo un poco en un plato frío. Si se solidifica y no se escurre, está lista.

¡Ah! Si te gusta hacer conservas caseras, te advierto que esta recta de mermelada es deliciosa pero no es la adecuada para envasar. Se debe usar en los días siguientes. Me han dicho que dura 6-7 días en el refrigerador, pero nunca ha llegado tan lejos en casa. Se ha terminado antes.

Sugerencias para servir y usos creativos

Con quesos: Combina tu mermelada casera con una tabla de quesos para una deliciosa cena ligera o desayuno.

Sobre tostadas: Lo más clásico, pero siempre delicioso. La mermelada sobre una tostada crujiente untada con mantequill es el desayuno perfecto. También puedes untar tu tostada con queso crema o queso fresco antes de poner la mermelada.

Con yogur: Usa la mermelada para endulzar yogur natural o como complemento de tu bol de yogur y muesli.

Relleno de pasteles: Úsala como relleno para tus pasteles y postres favoritos. También queda muy bien como decoración sobre bolas de helado; piensa en helado de nata o de vainilla.

Variaciones

Esta receta me la pasó mi vecina y se que este método funciona igual de bien con frambuesas, ciruelas maduras (peladas) o moras. Y si hace falta algo dulce en invierno, también queda bien si la preparas con fruta congelada, necesitarás que hierva algo más de tiempo porque la fruta congelada suelta bastante líquido.

Probablemente también quedaría bien con albaricoques o melocotones, arándanos o grosellas. Aunque se me ocurre que necesitarían algo más de miel. 

Confitura casera de frambuesas.

Manos a la obra

¡Y ahí lo tienes! Una mermelada casera rápida y deliciosa que puedes disfrutar en cualquier momento. La miel endulza más que el azúcar, así que no necesitas añadir tanta cantidad, me parece que eso la hace algo más saludable. Y es un buen punto que los niños puedan ayudar a prepararla.

Anima a tus amigos y familiares a probar esta receta y compartir la experiencia.

¡Felices sesiones de cocina!

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