El arte de usar sobras con recetas creativas

Transformar las sobras en una comida nueva y emocionante no solo ayuda a ahorrar dinero, sino que también reduce las pilas de basura, y hace que la forma en que cocino sea más sostenible. Ahora voy a contaros cómo guardo esos restos de comida, cómo intento usar ingredientes que normalmente descartaríamos y compartir algunas recetas super innovadoras que he coleccionado para inspirarte.

Guardar las sobras de forma adecuada

Lo primero, antes de reinventar mis sobras, es guardarlas de la mejor forma para que mantengan su frescura.

Refrigeración o congelación

Procuro guardar las sobras cocinadas en recipientes herméticos tan pronto como se enfríen a temperatura ambiente. Entonces las guardo en la nevera o las congelo.

Cosas como las peladuras de patata o zanahoria, tallos de brócoli o cuartos de cebolla no usados, los meto direcamente, bien lavados, en una caja que tengo en el congelador. Cuando está llena, los uso.

Etiquetado

Procuro anotar la fecha en cada recipiente para saber cuánto tiempo han estado almacenados. Sobre todo, en lo que va al congelador. Reconozco que es una cotumbre que me ha costado mucho adquirir. Tener siempre rotuladores y etiquetas en un cajón, ayuda.

Organización

Procuro colocar las sobras más antiguas al frente para utilizarlas primero y evitar que se pierdan al fondo de la nevera y se pasen antes de que recuerde usarlas.

Transformaciones creativas de sobras comunes

Ahora que hemos hablado sobre cómo guardar las sobras de forma adecuada, es momento de sumergirnos en el corazón creativo de este proceso. En esta sección, compartiré con vosotros cómo transformar esas sobras comunes, que muchos considerarían desechos, en platos sorprendentes y exquisitos. Vamos a darle una nueva vida a esos ingredientes olvidados en el fondo de nuestra nevera o congelador, convirtiéndolos en comidas ricas. Yo siempre me siento orgullosa cuando consigo aprovechar al máximo lo que tengo.

Sopa de verdura todo restos

No tiro esas pieles y extremos de zanahoria, apio y otras verduras y hortalizas. En vez de ello, los guardo en una caja en el congelador hasta que tengo suficiente cantidad para hacer una sopa. Este tipo de sopa es una forma excelente de utilizar esos restos de vegetales guardados.

Simplemente, pongo en una olla ajo y las peladuras y recortes de verduras que haya guardado, directamente del congelador, cebolla si no hubiera ninguna en la caja. Condimento todo sal, especias y hierbas aromáticas. Añado suficiente agua para cubrirlos y más, porque normalmente deben cocer 45 minutos a 1 hora. A veces añado uno o dos cubitos de caldo desmenuzados. Tapo la cazuela, dejo que hierva y bajo el fuego para que se peladuras y resto se cocinen hasta que queden bien tiernos. Entonces, trituro todo para convertirlo en un puré.

Si queda demasiado clara, se puede espesar con miga de pan o puré de patata. Muchos purés, dependiendo de lo que haya dentro y las especias usadas, quedan mejor si se añade un poco de nata líquida.

El aspecto de esta sopa no es diferente al de cualquier otra crema o puré.

Tortitas de patata reimaginadas

Machaco ligeramente los restos de patata cocida, o asada, mezclándolos con jamón picado o beicon frito, un huevo y un poco de harina para formar tortitas. Después las fríos hasta que se doren por ambos lados. Estas son las favoritas en casa. De hecho, a veces pongo patatas de más para poder hacer después estas tortitas sin tener que empezar desde cero, cocinando las patatas.

Se pueden hacer tortitas de patata con otros sabores. Mezcla tus restos de patata cocida con un poco de queso rallado, cebolla finamente picada, sal, pimienta y un huevo. Y, lo mismo, forma pequeñas tortitas y fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes.

Puedes servir tortitas de patata como cena o comida ligera, con una ensalada fresca, o como acompañamiento del plato principal.

Curry con piel de plátano

Desde que oí la idea, estuve probando, porque en casa apreciamos un buen curry. No me salió bien hasta que alguien me sugirió la idea de remojarlas en una infusión de jengibre fresco y granos de pimienta en agua durante al menos 1 hora. Aparentemente, remojarlas en caldo también funciona.

La segunda sugerencia fue hacer el curry al estilo tailandés, con leche de coco y hierba de limón. Su textura y dulzura se transforman completamente en esta preparación. ¡Ah! Se me olvidaba decir que son las pieles de los plátanos muy maduros las que quedan mejor en este tipo de curry.

Solamente he hecho este curry una vez porque mi marido cultiva rosas y, aparentemente, las pieles de plátano son un abono excelente para las rosas, así que no me quedan pieles de plátano para cocinar.

Kimchi con hojas y tallos de coliflor

Nos encanta la comida coreana en casa, así que no fue difícil convencerme para hacer esto, sobre todo después de probar kimchi con otras hortalizas, además de repollo. Además, ya llevo tiempo experimentando con kimchi de repollo.

Las hojas y tallos de coliflor fermentados con un poco de sal y especias se convierten en un kimchi muy sabroso. Lo hago solamente con coliflor, todavía no he encontrado otra combinación de ingredientes que vayan bien con el sabor de la coliflor.

Al hacer un kimchi con repollo, primero dejo macerar con sal las hojas de repollo. En el caso del kimchi de coliflor, las dejo en salmuera al menos 2 horas antes escurrirlas y frotarlas con una pasta de ajo, jengibre fresco y gochujang. No fui yo quien tuvo esta idea, pero la he adoptado porque queda mejor.

Arroz frito con kimchi.
Arroz frito con kimchi.

El arroz frito con kimchi es un acompañamiento habitual cuando comemos al estilo oriental.

Encurtidos con verduras algo viejas

Los trozos de frutas y verduras olvidados en la nevera pueden tener una segunda vida como encurtidos. No costó mucho convertirme para adoptar esta práctica porque ya había empezado a aprender las técnicas del encurtido y a experimentar con cebollitas, pepinillos y zanahorias. Pero este método que me han pasado se parece más a la preparación del chucrut que a los encurtidos con vinagre.

Hay que cortarlos en rodajas muy finas y a veces uso una mandolina, aunque solamene cuando hay mucho. Prefiero trabajar con el cuchillo que limpiar la mandolina después de usarla.

Después peso todos los restos cortados para calcular la cantidad de sal. La recomendación que recibí es usar el 2% de sal, en peso, del peso de lar verduras. Si son 500g de restos, uso 10g de sal, y la mezclo muy bien con las verduras.

Luego las paso a un tarro de vidrio, esterilizado, apretando muy bien para que el jugo que sueltan las cubra. La jarra debe quedra bien llena antes de enrocar la tapa. Ahora toca esperar 2 semanas para poder usarlo.

Encurtidos con restos de hortalizas.
Verduras encurtidas.

Debe ser un tarro de vidrio resistente al calor porque sumergirlo en agua hirviendo es la forma más fácil de esterilizarlo.

Otras ideas creativas con sobras

Hay ideas más fáciles que cualquier cocinero perezoso puede usar.

Ensalada de todo

Combina restos de hojas para ensalada con tomate, zanahoria rallada, o cualquier fruta o verdura que tengas. Añade un puñado de nueces o semillas y termina con un aderezo de aceite de oliva, limón, sal y pimienta. Experimenta con diferentes combinaciones para descubrir tu ensalada perfecta de sobras.

Pasta sabrosa

Las hierbas aromáticas y las hojas de ensalada trituradas con sal y ajo forman una pasta que se puede usar como una sal de hierbas. Además, se conserva durante mucho tiempo en la nevera.

Patata para espesar sopas y salsas

Es una forma de usar patatas ya cocidas. También puedes añadir patata cruda, rallada, al caldo y después convertir la sopa en un puré.

Tomates blandos asados

Llena una bandeja de horno con tomates blandos condimentados con aceite de oliva, sal, ajo machacado, guindilla o chile y lo que te apetezca. Trocéalos si son muy grandes. Mételos en el horno a 220ºC. Algunos tomates se asan y otros se cuecen soltando líquido. El resultado es una salsa muy sabrosa. Queda muy bien cuando se usan tomates cereza.

Peladuras de patata y hojas de coliflor tostadas

Ya había probado a ponerlas en el horno a 180-200ºC durante 5-10 minutos para que quedaran crujientes. Después les pones un poco de sal y tienes algo para picar.

¿Qué pasa cuando no tienes mucha cantidad? Bueno, se pueden hacer en la freidora de aire.

Otros recursos

En Comer y Beber tienen muchas sugerencias para aprovechar sobras, ya sean restos de pan, huevos, carne, otros cerales, hortalizas y verduras.

https://comerbeber.com/restos

Usa alguna de estas ideas

Espero que estas ideas y te inspiren a mirar las sobras con nuevos ojos y descubrir el potencial oculto en tu nevera. Por favor, comparte con nosotros tus propias creaciones y recetas con sobras.

Aprovechar las sobras no se hace sin esfuerzo. Vas a necesitar espacio en la nevera y el congelador para guardarlas y tiempo para cocinarlas.

No tienes que usarlas todas a la vez. Pero empieza a hacer algo. Usar las sobras creativamente es una magnífica forma de innovar en la cocina mientras contribuímos a la sostenibilidad.

Comentarios

Entradas populares