Tés verdes
Me acaban de recordar que cuando sólo se pone a hervir el agua justa y no se hierve más agua de la necesaria, todos los tés son verdes.
Todo tipo de té o café también puede ser verde si se lleva un vaso o taza con tapa en el bolso que puede rellenarse en tu café favorito ¡La cantidad de tazas de plástico que nos ahorraríamos!
Lo mismo puede decirse de la botella de agua. Merece la pena invertir en una botella que podamos rellenar. No hace falta beber con pajita. Y las servilletas de tela de toda la vida son mejores para el planeta que las servilletas de papel.
La cocina puede hacerse verde si se compran electrodomésticos altamente eficientes. Se debe mirar la clasificación energética y escoger la categoría más eficiente. A la hora de limpiar, también se pueden escoger los productos que afecten menos al medio ambiente.
Si se cocina en gran cantidad y se congela parte de la comida para otro día se ahorra energía y se aprovechan mejor los alimentos. Es difícil que queden restos que luego se tiren.
Hablando de verduras y hortalizas, hay que aprender a aprovechar las partes menos nobles. Por ejemplo, la piel fina de la cebolla también puede dar el sabor característico de la cebolla cuando se hierve en el caldo. Hay que retirarla antes de servir, claro.
Los restos de verduras y hortalizas pueden convertirse en abono. Si no se tiene jardín propio, siempre puede buscarse a alguien que pueda aprovechar ese abono.
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té verde en infusión |
Todo tipo de té o café también puede ser verde si se lleva un vaso o taza con tapa en el bolso que puede rellenarse en tu café favorito ¡La cantidad de tazas de plástico que nos ahorraríamos!
Lo mismo puede decirse de la botella de agua. Merece la pena invertir en una botella que podamos rellenar. No hace falta beber con pajita. Y las servilletas de tela de toda la vida son mejores para el planeta que las servilletas de papel.
La cocina puede hacerse verde si se compran electrodomésticos altamente eficientes. Se debe mirar la clasificación energética y escoger la categoría más eficiente. A la hora de limpiar, también se pueden escoger los productos que afecten menos al medio ambiente.
Si se cocina en gran cantidad y se congela parte de la comida para otro día se ahorra energía y se aprovechan mejor los alimentos. Es difícil que queden restos que luego se tiren.
Hablando de verduras y hortalizas, hay que aprender a aprovechar las partes menos nobles. Por ejemplo, la piel fina de la cebolla también puede dar el sabor característico de la cebolla cuando se hierve en el caldo. Hay que retirarla antes de servir, claro.
Los restos de verduras y hortalizas pueden convertirse en abono. Si no se tiene jardín propio, siempre puede buscarse a alguien que pueda aprovechar ese abono.
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abono vegetal |
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