Setas deshidratadas
Siempre he dicho que me encanta cocinar y que odio haber cocinado, por todo lo que hay que limpiar. Pero hay otra parte de la cocina que tampoco me atrae particularmente, y es la preparación.
Antes de cocinar hay que limpiar, pelar, cortar, remojar o adobar los ingredientes y eso lleva tiempo. Ya que las cocinas no vienen con pinche incluído, la siguente opción es utilizar ingredientes medio preparados. Es ahí donde tienen sitio muchas conservas, alimentos congelados, y también los alimentos deshidratados o liofilizados.
Tener setas deshidratadas en la despensa, particularmente si son de variedades algo exóticas, permite preparar platos con sabores sofisticados rápidamente.
Suelen ser fáciles de rehidratar. Basta remojarlas 10-12 minutos en agua recién hervida. Después se escurren, se secan y se cocinan como si fueran setas frescas.
El agua en la que se han remojado puede utilizarse como caldo, aunque es recomendable no utilizar el líquido del fondo del recipiente porque cualquier suciedad que tuvieran las setas se habrá despositado en el fondo y es mejor deshechar ese líquido.
Pasta sabrosa - Se puede añadir el líquido al agua de hervir la pasta. Después se fríen las setas rehidratadas con un poco de cebolla picada y nata líquida para hacer una salsa.
Lasaña vegetariana - Una lasaña vegetariana resultará mucho más sabrosa si se añaden unas setas hidratadas al relleno.
Tosta de setas - Las setas rehidratadas se fríen con tomate y tocino en tiras. Se sirven sobre pan tostado.
Las setas hidratadas pueden añadirse a todo tipo de sopas y guisados.
Antes de cocinar hay que limpiar, pelar, cortar, remojar o adobar los ingredientes y eso lleva tiempo. Ya que las cocinas no vienen con pinche incluído, la siguente opción es utilizar ingredientes medio preparados. Es ahí donde tienen sitio muchas conservas, alimentos congelados, y también los alimentos deshidratados o liofilizados.
Tener setas deshidratadas en la despensa, particularmente si son de variedades algo exóticas, permite preparar platos con sabores sofisticados rápidamente.
Suelen ser fáciles de rehidratar. Basta remojarlas 10-12 minutos en agua recién hervida. Después se escurren, se secan y se cocinan como si fueran setas frescas.
El agua en la que se han remojado puede utilizarse como caldo, aunque es recomendable no utilizar el líquido del fondo del recipiente porque cualquier suciedad que tuvieran las setas se habrá despositado en el fondo y es mejor deshechar ese líquido.
Pasta sabrosa - Se puede añadir el líquido al agua de hervir la pasta. Después se fríen las setas rehidratadas con un poco de cebolla picada y nata líquida para hacer una salsa.
Lasaña vegetariana - Una lasaña vegetariana resultará mucho más sabrosa si se añaden unas setas hidratadas al relleno.
Tosta de setas - Las setas rehidratadas se fríen con tomate y tocino en tiras. Se sirven sobre pan tostado.
Las setas hidratadas pueden añadirse a todo tipo de sopas y guisados.
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